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martes, 24 de marzo de 2015

MARIA Y EL PODER DE DIOS

Jacopo da Carucci Pontormo
Anunciación . (1527)

En muchas ocasiones cuando hablamos con personas no creyentes sobre Dios y quieren irse por la tangente nos interrogan, al menos a mí me ha sucedido que me espetan sobre el tópico de que si Dios es todopoderosos por qué no evita el mal de los inocentes, los desastres de la naturaleza y todo eso que ya conocemos. Se les puede dar muchas contestaciones, pero me voy a centrar en un precioso texto de un santo del siglo XIII sobre el poder de Dios, que me ha gustado especialmente(1). Se trata de uno de los Sermones de San Ivo, obispo de Chartres que vivió aproximadamente entre los años 1040 y 1116, en el que dice que “Nada hay imposible para Dios”. Para el santo francés el designio redentor de Dios está formado de bondad y poder. Bondad porque el Señor del universo vino a buscarnos revestido de una envoltura tan frágil y limitada como la nuestra, de este modo pudo sufrir con nosotros y por nosotros. Y poder porque no hay poder más grande que el de hacer concebir a la Virgen en contra de las leyes de la naturaleza, y después de la muerte devolver una naturaleza mortal a la gloria de la inmortalidad (2).

 
Mikhail Nesterov - Anunciación (1911)
El papa Francisco nos dice que no se puede entender a Jesús sin su Madre, y en este día de la Encarnación es un buen momento para meditar aquel Fiat que le dio María al ángel Gabriel. La Virgen es la mujer de fe que dejó que Dios entrara “a saco” en su corazón, en su vida, en sus proyectos, con su “hágase en mí según su palabra” hizo que Dios, a través de una humilde existencia humana entrase personalmente en el surco de la historia de la salvación. La carne de Cristo, que es el eje de la salvación, se ha tejido en el vientre de María, en ella el Verbo eterno adquiere un rostro humano, para que todos podamos contemplarlo(3).

Vasily Surikov. Anunciación (1914)
No es sólo que los no creyentes nos interroguen, muchas veces, sobre el poder de Dios, sino que también a lo largo de nuestro camino de conversión nos hemos preguntado muchas veces, al menos yo:¿Cómo es posible?. Pregunta que surge instintivamente, bien cuando leemos alguno de esos pasajes de la Biblia que nos parece van contra toda lógica -mi lógica, la lógica humana claro-, bien cuando algo personal me sucede -en lo material o en lo espiritual- y que va contra todo pronóstico, contra toda lógica. María también le preguntó al ángel Gabriel, ante un anuncio “tan raro humanamente” como el de que va a concebir a alguien que se llamará Hijo del Altísimo...: “¿Como sera eso, pues no conozco a varón?”(Lc 1,26-38).

Arthur Hughes. Anunciación (1857) 
Pues sí, para Dios no hay nada imposible, pero necesita de nuestra colaboración. Sin mi “sí”, Dios no puede hacer nada en mí. María fue el instrumento que Dios eligió para comenzar la obra redentora de Jesús, con su Fiat permitió, como dice san Ivo, que su seno se “convirtiese en la puerta del cielo, por la cual Dios desciende a la casa de los hombres para hacerlos subir al cielo”. Si yo dejase, de verdad, que Dios también entrase “a saco en mi vida” conseguiría algo casi imposible: renunciar a esta enfermiza voluntad propia para exclamar el “hágase en mi según tu palabra” y poder llevar un poco de cielo a la vida de los otros. Entonces sí podría cantar a pleno pulmón, con toda el alma el Magníficat, pues Dios habrí hecho maraavilla en mí haciendo que yo reflejae a Jesús. Entonces yo, como María, podría colaborar a la construccion del reino de Dios en este mundo, podría reflejar la ternura y el amor de un Padre que nos ama con locura, podría demostrar el poder de Dios que de un barro delezneable hace de mí una vasija de fina porcelana para albergar y derramar el exquisito perfume del amor de Jesucristo. Para Dios no hay nada imposible. Cierto que también hoy estas palabras a muchos le sonarán a debilidad y locura. Posiblemente a los "sabios y entendidos" en todas esas ciencias que posponen al ser humano en beneficio de unos pocos.

Reproduzco el fragmento del sermón de San Ivo, para gozar con su lectura y mejor comprensión.

«Nada es imposible para Dios»

Rogier Van der Weiden. San Ivo. 1450
Celebramos hoy la admirable concepción de Jesús por la Virgen. Celebramos el comienzo de nuestra redención y anunciamos el designio de Dios, formado de bondad y poder. Porque si el Señor del universo hubiera venido en busca de sus siervos perdidos para juzgarlos y no para mostrarles su bondad, jamás se habría revestido de esta envoltura frágil y limitada (Gn 2,7) en la cual pudo sufrir con nosotros y por nosotros.

A los paganos esto les parece, tomando palabras de san Pablo, debilidad y locura (1Co 1,23.25), porque se fundan en el razonamiento de la vana filosofía y forman juicios sobre el Creador a partir de las leyes de la creación. ¿Existe una obra más grande de poder que la de hacer concebir a la Virgen, en contra de las leyes de la naturaleza? ¿Y, después de haber tomado nuestra carne, devolver una naturaleza mortal a la gloria de la inmortalidad, pasando por la muerte? Por eso el apóstol dijo: "La debilidad de Dios es más fuerte que el hombre "(v. 25)...

Hoy el seno de la Virgen, se convierte en la puerta del cielo, por la cual Dios desciende a la casa de los hombres para hacerlos subir al cielo.



(1) Encontrado en la revista Magnificat, como meditación para el 25 de marzo. Magnificat, 136 (marzo 2015), pp.374-375).
(2) San Ivo de Chartres (c.1040-1116), obispo. Sermón 15 ; PL 162, 583)(http://evangeliodeldia.org/main.php language=SP&module=commentary&localdate=20120326).
(3) Papa Francisco. Homilía en la fiesta de María Santísima madre de Dios. 1 de enero de 2015. http://www.zenit.org/es/articles/texto-completo-de-la-homili-a-del-papa-en-la-fiesta-de-mari-a-santi-sima-madre-de-dios.

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